¡Hola!
Hoy voy a hablaros del libro que terminé de leerme anoche.
Aunque lo empecé hacía ya un tiempo, tuve que dejarlo a medias por falta de tiempo, pero por fin lo retomé y en menos de dos horas ya me lo había zampado del todo.
Es una historia muy bonita que habla sobre la amistad de dos amigas de la infancia, que vuelven a encontrarse pasados los treinta. Nos relatan sus aventuras de entonces, las de ahora, sus líos amorosos... y siempre con un toque que te hace recordar tu pasado de manera muy entrañable y en el que te sientes identificada en muchos sentidos si has tenido una amistad tan cercana como Lucía y Eva :)
¡Os lo recomiendo muy mucho!

Aquí os dejo la reseña:

Esta historia, que no es de princesas, comienza en aquella España setentera con dos cadenas de televisión, casi siempre en blanco y negro. Esa época en la que para vivir una aventura solo había que bajar a la calle con el bocadillo. En aquel tiempo tan lejano y no siempre tan feliz, Lucía, con el pelo a trasquilones, y Eva, a la que le encanta comerse crudas las judías verdes, tienen siete años y están forjando una amistad inquebrantable. Más de treinta años después, Lucía es una implacable directora de recursos humanos que no sabe enamorarse. Eva, al borde de los cuarenta, es una actriz retirada que está hechizada por su hija Lola y atrapada en un matrimonio roto. Lucía no puede imaginar que Eva le va a pedir el favor más importante de su vida.

El próximo libro al que le tengo el ojo echado es La noche soñada de Máxim Huertas, así que ya os comentaré cuando lo lea, pero he escuchado muy buenas cosas de él.
¿Me recomendáis alguno más para añadir a mi lista pendiente?




Mi Pistacho ha escrito hoy una entrada que me ha gustado bastante, que tiene que ver con hacer una lista sobre todas las cosas que me gustaría llevar a cabo antes de cumplir los 30 años (5 AÑOS SOLO, ¡¡NOOOOOO!!) y me ha parecido una muy buena idea para escribir yo también, así que he decidido copiarme.

- "¿Cómo se llamaba el druida de Asterix y Obelix?"
(todos pensando...)
- "¡Ay sí! ¡Lo sé!! ¡Lo tengo en la punta de la lengua! ¡PANASONIC!

Hola!
Hoy estoy happy! Además de empezar el día con un desayuno como se merece (CHURROS! EXISTEN! NO SOLO EN NOCHE VIEJA!), es de las pocas veces que vuelvo del mercadillo de verano (lleno de gente, sol y mucho, mucho calor) satisfecha y con las manos llenas! La verdad es que casi nunca me animo a "madrugar" y pateármelo de arriba a abajo en vez de irme a la playa, pero alguien odioso me ha convencido y ¡voilá!.

En realidad solo he comprado dos pantalones pijameros (como en mi casa los llamamos), porque para el verano son fresquitos y muy cómodos.

El primero del que me he enamorado ha sido este: es beige, con florecitas pequeñas de colores. Había otros en diferentes tonos, pero me decanté por éste porque me parecía más elegantillo para cualquier noche ir a cenar, además de que pega más con sandalias y camisetas marrones que tenemos.
El precio han sido 10€, y aunque he buscado por más puestos, no lo he vuelto a ver, así que al final lo compré de todas maneras.





                                               

                                                  Aquí el color verdadero -->




El otro pantalón que me he comprado ha sido este. Lo veo más informal, así que para dar cualquier vuelta por la tarde o ir a la playa viene muy bien.
El color no se aprecia en la foto, pero es un verde "intenso" muy bonito.
El precio han sido 5€ (sí!!) y era de los más bonitos que había.







Aquí tampoco se aprecia bien el color, pero así podéis ver los dibujitos de más cerca.








¡Y eso ha sido todo! En la otra mano solo llevamos patatas fritas y un pelador... ¡poco más que contar!


¿Quién se anima a intercambiar ropa? ;)
¿Y vuestras últimas compras? ¿Qué ha sido lo último que ha entrado en vuestro armario?

Y volver de la ciudad después de esperar todo el invierno, estudiando, aguantando malas noticias, viendo a la misma gente, viviendo en la misma monotonía para por fín, llegar a tu pueblo y poder disfrutar de estos pequeños lugares paradisíacos donde poder relajarte en soledad, rodeada de dobladas, comiendo lapas, evitando los mil erizos que te rodean y haciendo el muerto sin pensar en nada...

¡Hola!
Hoy os traigo una receta veraniega que me chifla: Tomates rellenos de queso Philadelphia y anchoas. ¡Están riquísimos!

No vamos a necesitar más ingredientes que los dichos anteriormente y su elaboración es más fácil, imposible.
Sólo tenemos que comprar tomates un poco grandes, cortar un poquito la parte de arriba y vaciarlos, dejando la pulpa (y escurriendo el liquidillo) que vaciemos en un bowl. Además, en el bowl añadiremos una tarrina de queso Philadelphia y un bote de anchoas. Trituramos para que todo se mezcle perfectamente.
Cuando lo hayamos batido bien, sólo tenemos que rellenar los tomates con la masa que hemos creado y dejarlos enfriar en la nevera un poco para que se quede más durito y no se salga todo al partirlo a la hora de comer.
Para decorar y antes de servirlo, podemos poner un trocito de anchoa arriba del todo y ¡listo!

Ya me contaréis si os ha gustado o encantado ;) triunfan en las comidas/cenas en las que cada uno lleva una cosa para compartir. ¡Ahí lo dejo!


PD: No es la mejor foto, pero es la única que tengo a mano desde la última vez que los hice...

En la vida lo que cuentan son los instantes, no las cosas.

¡Me declaro fan oficial de los zurdos!

Hola!
Últimamente estoy más perdida porque, ¡SÍ! el verano ha llegado y solo puedo pensar en playa y relax... Además, estoy sin ordenador y dependo de la generosidad de los que me rodean, jajaja.

Bueno, os prometí que compartiría algunos juegos para hacer con niños, ya que algunos de los que me leéis trabajáis en escuelas de verano, campamentos, etc... y necesitabais refrescar vuestras ideas jueguiles, ¡pues aquí estoy! :)

- Cogecolas: Todos los niños se colocan un objeto que haga de cola (una cuerda), que esté sujeto por los pantalones pero que a la vez sea fácil de arrancar por los otros niños. Cuando el monitor dé la señal, todos los niños empezarán a correr intentando defender su cola a la vez que intentan robar la cola a los demás. Cuando roben una cola, la colocarán en su culete, al lado de la que ya tenían. Ganará aquel que, cuando el monitor finalice el tiempo de juego, más colas haya conseguido.

- Pueblo duerme: Todos los niños se sitúan sentados, en círculo. El monitor tendrá la función de dar indicaciones. Cuando el monitor diga "pueblo duerme" todos los niños tendrán que cerrar los ojos -sin hacer trampas!!-. En ese momento, el monitor, en silencio, elegirá a un asesino de entre los niños, tocándole levemente sin que los demás se enteren. Cuando el monitor diga "asesino mata", el niño elegido como asesino señalará a la persona que ha decidido asesinar. "Asesino duerme" y "pueblo despierta" para que todos abran los ojos. Se les comunicará quién ha sido asesinado, y entre ellos tendrán que debatir y dar razones de peso sobre quién creen que es el asesino. Por votación, decidirán quién creen que es: si aciertan, ¡el pueblo gana!, si fallan, seguirá el juego del mismo modo, donde el pueblo volverá a dormir y el asesino tendrá que asesinar. Los asesinados pueden opinar sobre su muerte, pero no podrán sobre las demás, ya que al estar muertos, solo serán espectadores.

- Zorros, liebres y zanahorias: Dividimos el campo de juego en tres partes. A la derecha se situarán las liebres, en medio los zorros, y en la izquierda, en el suelo, algunos objetos que hagan de "zanahorias". Elegiremos a algunos niños que hagan de zorros (en la primera partida puede ser uno, luego tres... vamos variando para que sea más difícil), los demás serán liebres. Cuando el monitor dé la salida, las liebres tendrán que llegar a las zanahorias, coger UNA, y volver a su campo sin ser pillados por los zorros. Así hasta conseguir todas las zanahorias. Aquella liebre que es pillada, se convierte en zorro.

¡Espero que os sirvan! Yo estoy 100% segura de que se divertirán :)
Si tenéis en mente juegos que pueda compartir, ¡ya sabéis!

Amigas que, a pesar de todo, no te juzgan, están a tu lado y sabes que siempre puedes contar con ellas.

Aquellas personas que son especiales en la vida de alguien, que se encuentran entre el amor y la amistad y que no es necesario verlos a menudo o mantener contacto con ellos [....]. Gente que consigue cambiarte, que te lo encuentras una vez en una ciudad, o en un aeropuerto, y te comprende. Los amarillos para mí son los amigos del nuevo siglo. 

¡Sí! ¡Por fín ha llegado!
A escasas 20 horas estaré de vuelta en mi pueblo preferido del mundo mundial: Cabo de Palos! *-* y lo cogeré con ganas: ganas inmensas de pasar el día en la playa, de navegar, de tomar helado y pipas en el banco del paseo, de ir a cenar fuera, de mercadillos, de ver a gente que hace tiempo que no veo, de disfrutar de la libertad!!! ay ay, qué alegría!
El caso es que no sé cuándo podré volver a escribir por aquí, ya que mi bonito portátil decidió dejarme plantada en Finlandia, en plena época de exámenes por internet (yuhu!) y supongo (y espero) que estaré demasiado ocupada con muchos planes y sin parar..
Por ahora, mis vacaciones son las siguientes (así, para daros un poco de envidia):

- Del 18 de Junio al 15 de Julio estaré en Cabo de Palos, a excepción de algún día que me escaparé a otras playas, o del 23 de Junio, que me han preparado viajecito a Alicante para hogueras de San Juan, ¡sí!.

- Del 15 de Julio al 31 estaré en Ávila, de campamento, rodeada de niños y juegos divertidos :)

- Del 31 hasta la primera semana de Septiembre (con escala en Madrid) huiré a Cádiz, mi tierra, a recordar viejos tiempos y a pasar el verano en familia.

¡¡NO PUEDO QUEJARME!! qué ganas!
Espero que me echéis de menos...
Yo, por ahora, voy a ver si termino de hacer algo que tanto odio:

¡¡¡Besitos!!!

Cosas que pensabas que nunca llegarías a hacer y de repente, las haces.

Su libreta rosa de la bicicleta donde apuntaba las palabras que no conocía, para ir aprendiéndoselas. Sus explicaciones rebuscadas de palabras que yo no entendía. Cuando comía pipas, manchaba todo y, con pipas en las cejas, intentaba disimular para no parecer culpable. Sus mil atajos y los motes que les pusimos a cada uno. Cuando decía "me dejas flipado" y se sentía moderno. La forma de llevar su cartera en el bolsillo de atrás del pantalón y el boli en el bolsillo de la camisa. Sus orejas suavitas. Su jersey de chulito en los hombros. Su "ah!" antes de tirarse de cabeza al agua. La manera de quitarnos el galipote de los pies con el cuchillo... Su amor por los animales. El PapaMovil, la manera más fácil de llevarnos al WC encima de sus pies. Los mil paseos que se dio en coche para llevarnos y traernos. Su cuatro latas. Cuando cogía hormigas para dárselas a los pichones. Cuando le dio por aprender a tocar la flauta y sus morcillas-dedos no tapaban los agujeros. Sus pintas con el maillot de ciclista y su bici amarilla. El espejo retrovisor que se hizo en su casco. Sus Gavilanes. Cuando nos contaba sus aventuras de su juventud. Su Gitana. El cariño que TODO el mundo le tenía. Cuando se hacía el chulo diciendo "me-cagüen..." con sus amigos. Sus manitas, pequeñas y gordas! Sus dientes como maíces. Su firma incomprensible. "Si te supieses la lección como las canciones...". "Aprovecha". Los momentazos con él. "Hoy quiero dormir contigo". "Qué ojos negros más bonitos". "Gloria, ponme Arguiñano". My soul. En pleno mayo a 30 grados y él con guantes y bufanda. Sus saludos a toda la gente que se cruzaba en la calle. Los viajes al Seco como primer plan nada más llegar a la playa. Hoy no me puedo levantar y Marta tiene un marcapasos... Sus muslitos de cangrejo y el chocolate. Sus espaguetis con cebollita y todo. El lunar de su pie. El chirimbolo. Su "No os preocupéis, habéis dado de comer a los peces" cuando alguien se mareaba en el barco. Sus mofletes saltones al sonreír. "Ay Helena, no me hagas reír"... La Bala Roja, Mi Chati.


Misseándote...

Hacerme un reportaje de postureo total para mandárselo a mi novio y equivocarme de conversación en el Whatsapp al grupo de mi familia entera... Podéis suponer, ¿no? Cachondeíto para rato.

¡¡¡¡ MATADMEEEEEE !!!!

Hace un par de meses que mi amiga Fátima me vino emocionada con la propuesta de comenzar juntas la iniciativa de 100 Happy Days. Entre que era una época no muy buena para mí y que comenzaba los examenes, por lo que tendría días de marginación total en casa y no saldría de la habitación más que para inspeccionar la nevera, le dejé un poquillo plantada. Pero tengo una noticia, ¡ya he caído! Soy una más de las que quiere tener en cuenta los pequeños y bonitos momentos especiales que nos ocurren en el día. Y es que la propuesta consiste en eso, elegir una fotografía del día que resuma aquello que lo ha hecho especial. Puede ser desde un plato de comida, una foto a en la playa en la que os habéis pasado el día tomando el sol, una con algún amigo que recoja las risas que habéis pasado esa tarde... En definitiva es recoger lo que quieres destacar de tu día que lo haya hecho especial.
Hace poco comencé algo parecido en mi agenda. Soy de escribir cada detalle de cada día en mi superagenda, pegar cosas de los sitios que he visitado, letras de canciones... Así que hice un apartado cada día dedicado a alguna frase o alguna anécdota que me hubiese hecho risa en ese día. Así, aunque hubiese sido el peor día del universo, al menos encontraba un detalle que hubiese hecho el día mas positivo.

En fin, que si queréis participar solo tenéis que hacer las fotos e irlas subiendo a la red social que queráis con el hashtag #100happydays o #100Diasfelices, así podréis darnos envidia :)

Hoy, mi resumen del día es para él, porque cada momento a su lado marca la diferencia.