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21 de Agosto, Miércoles:
Me despierto en Murcia a
las 5am de los nervios del viaje… no consigo dormir bien. A las 5.30 estamos
desayunando y poniéndonos rumbo al aeropuerto de Alicante para solucionar los
problemas de maletas. Después de pasar dos días enteros jugando al tetris con
la ropa para ver cómo demonios se podían meter seis meses de lana en dos
pequeñas cajas con ruedas y tras descubrir el gran invento de las bolsas en las que se absorbe el aire, pasan por alto los kilos de más (¡hurra!).
Después de conocer a los padres de Olga, abuela y hermano (muy majos todos),
nos toca esperar media horita para embarcar, no sin antes desnudarme entera
para pasar el control (yo, como siempre, creando cola).
Las 4h30min de vuelo de Alicante-Helsinki se pasan volando (já!), siendo muy
ameno gracias a las inexistentes turbulencias y las bonitas vistas. Creo
recordar que sobrevolamos Francia (pasando por París), Alemania, Suecia y,
finalmente, Finlandia, con sus abundantes ferries y llena de vistas bonitas de
islas desiertas (¡ya sé dónde quiero vivir en un futuro no muy lejano!).
La recogida de maletas es la más rápida nunca vista, y después de bajar, a los
15mins ya estamos cogiendo el bus rumbo a Turku… no sin antes casi perdernos
(Olga empeñada en que la tía nos había dicho que debíamos coger el autobús
número 32… inexistente en todas las paradas que había alrededor). Al final
conseguimos encontrarlo y nos tocó 2h de bus, con vistas a prados verdes y
amarillos, con granjitas de madera rojas y muuuucho mucho bosque, ¡precioso! ---> (véase la foto)
Por fín llegamos a Turku sobre las 18.30h (con excursión por la ciudad
incluída, muy bonita) y nos reciben
Katri y unchicomuymajo (Joonas) que nos recoge las pequeñas maletas en su coche.
Mientras, nosotras llegamos a la Student Village dando un paseo, viendo el río,
el campus cercano a la residencia (al cual, por supuesto, no tengo la suerte de
ir…) y ¡voilà!, la Student Village: Mi habitación 3B, 11. Primer piso, enfrente
de la cocina (mec! Mal lugar!), y vecina de un chico de Korea del Sur muy
simpático, que me dejó su clave de wifi sin yo preguntarle (la mía me la dan
mañana).
Por último, fuimos a conocer ¡¡POR FÍN!! a Lucía, y a entretenerla de su
estudio intensivo… xD conocimos a más españolas y un alemán (Thomas). Sabiendo
que en mi edificio iba a haber jaleo español por la noche, nos acercamos… pero
el sistema de seguridad en las puertas es tal, que no puedo ir a otra planta de
mi edificio sin tener la tarjeta de esa planta…
Y como no tenía ningún número de teléfono de los que estaban ahí, decidimos
irnos a ducharnos y…. a….. dor…..m…i………..r.
