Sydney lo tiene todo: el novio perfecto, un futuro perfecto y un bonito apartamento que comparte con su mejor amiga. Pero todo cambia el día en el que su atractivo vecino Ridge, al que conoce sólo de vista de espiarle tocar la guitarra desde la terraza, le advierte de que su novio le engaña con su mejor amiga.

Por suerte, Ridge la acoge en su casa. Él, a pesar de tener el corazón ocupado, no deja de sorprenderla. Sydney vibra cuando él toca sus hermosas melodías y ella consigue sacarle del bloqueo a la hora de escribir sus canciones, convirtiéndose en su musa.

Cuando finalmente se den cuenta de que se necesitan, entenderán que los sentimientos no pueden traicionar al corazón.

No tengo nada más que decir salvo que Ridge se ha convertido en mi nuevo amor platónico *_* De mis personajes favoritos de todos los libros que he leído. Otra historia romántica pero curiosa. ¡Así que leedlo!